1. Tenés derecho a que se respete tu vida: nadie puede realizar ningún acto que ponga en riesgo tu vida, ni el Estado, ni las personas ajenas a tu entorno, ni quienes conocés, ni tu pareja.
2. Tenés derecho a que se respete tu dignidad: en tu casa, en tu trabajo, en la calle, en tus círculos sociales, cualquier acto o comportamiento que vulnere tu dignidad humana es contrario a la ley.
3. Tenés derecho a que se respete tu integridad física, psíquica y moral: nadie puede golpearte, ni obligarte a tomar medicamentos o drogas, ni someterte a tratamientos o investigaciones médicas contra tu voluntad. Nadie puede insultarte, hostigarte verbalmente ni obligarte a mantener relaciones sexuales que no deseas. Tampoco puede hacerlo tu pareja.
4. Tenés derecho a hacer y decidir por vos misma en libertad: Crear tu propio plan de vida, decidir si querés tener hijos o no, entrar y salir de tu casa cuando quieras, tener actividades sociales, practicar deportes, estudiar, trabajar, vestirte como vos desees… nadie puede prohibirte tus libertades.
5. Tenés derecho a la igualdad de oportunidades: No es cierto que los varones deban estudiar y las mujeres quedarse en casa. No es cierto que los varones sirvan para los puestos jerárquicos y las mujeres para ser subordinadas de ellos. Estas diferencias de trato no son legítimas ni son legales.
6. Tenés derecho a la igualdad de trato ante la ley: La Justicia debe darte un trato igualitario respecto a otras personas, no importa tu género ni tampoco tus preferencias sexuales.
7. Tenés derecho a asociarte con otras personas con fines lícitos: Desde fines de recreación, de acción social, políticos, de participación o cualquier fin lícito. Tenés derecho a formar asociaciones civiles o sociedades comercialeste.
8. Tenés derecho a una vida libre de violencia: Nadie está autorizado a ejercer violencia contra tu persona. Ni tu pareja, ni tus superiores jerárquicos, ni tus progenitores u otros familiares, ni tus vecinos o compañeros de trabajo, ni quienes no conocés. La violencia puede ser física, económica, sexual, institucional o simbólica.
9. Tenés derecho a no ser discriminada: Nadie puede darte un trato peor por el hecho de ser mujer o por tus condiciones económicas y sociales, por tu apariencia física, por tu religión o creencias, por tu pertenencia a una etnia ni por tu nacionalidad, entre otras.
10. Tenés derecho a ser valorada y no ser considerada como inferior o subordinada a los varones: todas las personas valen lo mismo y tienen igual dignidad e iguales derechos, no importa si son mujeres o varones ni tampoco sus elecciones sexuales. Las capacidades de las personas no dependen de su género y cada uno es único en su persona pero igual en sus derechos.
Por Laura Yussen