La defensa de tus derechos, en un sólo lugar

Somos un equipo de Abogadas especializadas en brindar asistencia jurídica a Mujeres. Nos encontramos en la Ciudad de Buenos Aires. Aquí encontrarás información de todos los temas relacionados con tus derechos: problemas laborales, discriminación, divorcio, separación, régimen de alimentos, régimen de visitas, separación de bienes, violencia, trata de mujeres, entre otros.
Para Contactarnos: abogadademujeres@gmail.com o al Teléfono 15-6607-7094


martes, 13 de septiembre de 2011

Candela

Candela fue un objeto. Una niña-objeto utilizada por su entorno hostil, que la despojó de todos y cada unos de sus derechos más básicos.

Candela fue objeto de sus captores, quienes la privaron de su libertad y la “mantuvieron” mientras les servía como prenda de algún tipo de intercambio material o simbólico, para luego sustraerla “casi mecánicamente” de lo último que le quedaba, su vida biológica.
Candela fue objeto de su familia, sobre la cual pesan sospechas de haber escondido información, descartando las probabilidades de que los secuestradores cumplieran las amenazas siniestras que habrían perpetrado.
Candela habría sido parte de un juego inescrupuloso, en el cual algún adulto sin rostro la eligió como objeto sexual. Esto lo han afirmado los peritajes sobre su pequeño cuerpo sin vida.
Candela fue objeto de pretensiones, que llevaron equivocadamente al poder político a mostrarse al lado de su cadáver, como premio consuelo ante la noticia de que ya era imposible obtener el galardón mayor.
Hoy nos preguntamos si Candela fue objeto de una pequeña comunidad que prefirió callar, que la vio con vida pero que eligió el silencio por miedo o falta de garantías o si por el contrario fue objeto de un sinuoso entramado de complicidades.
Es innegable que Candela fue también objeto de la sociedad. De quienes seguimos asorados las noticias, esperando el final feliz, pero tuvimos que cambiar de canal, con pesadumbre y tristeza, cuando la historia terminó de la forma más horrorosa.
Y aunque me pregunto si todo es tan así como lo describo, puedo ser contundente en el hecho de que Candela no fue “Sujeto”.
Porque no tuvo derecho a crecer y tener un plan de vida, a llegar a la adolescencia jugando, a elegir un camino, a ser o no ser madre, a descubrir el mundo.
Candela no tuvo derecho a vivir. Sus secuestradores le robaron lo último que le quedaba: su nuda vida.  La sociedad ya se había encargado de robarle su vida en dignidad.
Puedo imaginarla sola, despojada de toda protección, sin el calor de quienes debían cuidarla, tragando sola su última comida, mirando sola a los últimos adultos que vulneraron sus derechos, respirando su última bocanada de aire, antes de morir sin entender porque el mundo se empecinó en no dejarla vivir.
Por Laura Yussen

No hay comentarios:

Publicar un comentario